viernes, 3 de julio de 2015

Vanguardia de época


Lo primero que se puede decir de las imágenes de la muestra posporno, organizada por la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA dentro del ciclo “Miércoles de placer”, es que lo único que no reflejan es placer. Nadie allí parece estar disfrutando. En un entorno de suciedad y frio, todo tipo de belleza está ausente y recuerda más a sesiones de tortura de otras épocas que a algún tipo de disfrute.

Lejos de innovar en tanto evento político cultural, posporno reitera las señas de identidad de los últimos años. Para comenzar, un clásico: los ideales esgrimidos justificarían la utilización del espacio público sin ningun tipo de regulación, control ni posibilidad de disidencia. El destino del crítico es el de siempre, ayer gorila y hoy pacato, pero siempre carente de derechos frente a la escenificación de la verdad sostenida desde el Estado.

Porque, hay que decirlo, lo de ayer habrá sido muy vanguardista pero fue financiado, programado, difundido y defendido con dinero e instituciones del Estado. Un vanguardismo extraño. 

Y en ese sentido quienes se ven perjudicados -o no se sienten incluidos en este nuevo programa sexual propuesto por la FSOC- son ridiculizados o ignorados. El militante del Partido Obrero que vio sus materiales arruinados y tuvo que limpiar su espacio (y no de tempera o gaseosa derramada) tiene derecho a quejarse públicamente sin tener que pedir disculpas o ser ridiculizado por ello.

La acción estuvo repleta de slogans irreverentes aunque no se condicen con el lugar elegido para llevarlos a cabo. La Facultad puede ser muchas cosas, pero no es un reducto del conservadurismo sexual. De hecho, financia generosamente la existencia de estos programas y otros similares. Cazar leones en el zoológico, otra de las características de los años que vivimos.

Sí el objetivo era despertar almas conservadoras, podrían haber elegido la estación Constitución, la tumba del soldado desconocido o la AMIA. La fama cuesta. La vanguardia también. Pero cuando la paga el Estado, parece que cuesta menos.

Una actividad como esta requiere cierta preparación para que el espectador pueda procesarla y hacer algo productivo con ella. Por ejemplo, pudo incluir una introducción bien delimitada, repartir volantes explicativos, la realización de algún encuentro previo para dar cuenta de la importancia de este tipo de movimientos y su vinculación con los contenidos curriculares etc. Posporno se ampara en la libertad de cátedra, pero no fue una actividad académica, ni de investigación o extensión. Los tres pilares base de la Universidad.

Por ultimo. En esta ensalada no podía faltar la militancia como fuente de toda verdad y justicia. El oficialista Diario Registrado definió el evento como “un acto militante, quienes participan lo hacen como parte de un proyecto activista, político y estético". El comunicado oficial de la Facultad se tituló Sobre la actividad artístico política Posporno en la Facultad de Ciencias Sociales”. Nada nuevo bajo el sol. Vanguardismos de planta permanente en busca de un poco de fama, seguramente menos duradera que haber hecho posporno en la cabina de un avión.

Gran parte de las elites universitarias argentinas en la última década encontraron en el modelo nac & pop la excusa perfecta para resolver la relación conflictiva que mantenían con el peronismo y la culpa que les generaba. A diferencia de la izquierda setentista que pretendía ingresar al peronismo para cambiar su naturaleza (entrismo), la intelectualidad progre de Filo y Sociales lo hizo para cambiar la de ellos (y de paso obtener algunas compesaciones materiales que no deben desdeñarse).

La forma en que se hacen las cosas tiene que ver con el contenido. Pero eso es algo que, a esta altura, ya es inútil volver a debatir.

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