La marcha de hoy debería ser contra la presidenta. Y contra su
ministros, especialmente la de Seguridad y los de Interior y Justicia.
La marcha de hoy debería ser contra Gobernadores, Intendentes y sus
respectivos funcionarios de seguridad. La marcha de hoy debería ser
contra alguien. Contra alguien que tenga responsabilidad por lo que pasa y lo que no pasa.
Sin duda debería ser contra los
jefes policiales, comisarios y también gendarmes. Obviamente, debería
ser contra jueces y fiscales, empezando por Lorenzetti. Y seguro que
contra algunos legisladores también. Las cosas ocurren porque no se
cumplen con responsabilidades existentes. No se cumple la ley. Porque todo
está librado al azar. Pero hay responsables y directos (y cómplices
también). Y deberían estar en una celda, al lado del que mata, aunque
algún tiempo menos.
Y si la marcha de hoy no es contra nadie, termina siendo un acto de autodisfrute de nuestra grandeza y solidaridad. Nos encanta ser el pueblo solidario y luchador…contra nadie. Y al otro día..... todo igual.
Y si la marcha de hoy no es contra nadie, termina siendo un acto de autodisfrute de nuestra grandeza y solidaridad. Nos encanta ser el pueblo solidario y luchador…contra nadie. Y al otro día..... todo igual.
Y después viene Juan Carr a decirnos que somos maravillosos y al poder también se lo dice. La solidaridad boba que surge después de inundaciones (con muertos hombres y mujeres), de incendios de boliches (con muertos hombres y mujeres), de accidentes en rutas (con muertos hombres y mujeres), de atentados terroristas (con muertos hombres y mujeres), aviones que se estrellan (con muertos hombres y mujeres) de muertos en canchas, en robos, entraderas, salideras, movilizaciones políticas, por paco, narco, hambre, derrumbes o por picadas. Hombres y mujeres comunes (y fiscales también).
Si la marcha no es contra nadie, es para el poder. Si la marcha de mañana no es contra nadie, yo no voy.