sábado, 21 de agosto de 2021
¿Batalla cultural?
sábado, 31 de julio de 2021
Singapur, entre el autoritarismo y el desarrollo
sábado, 19 de junio de 2021
Intercambiando libros sobre biografías
Este es un video subido a Instagram Live donde tenemos una charla muy amigable con Ale Rozitchner a partir de la excusa de intercambiar recomendaciones de libros con biografías y autobiografías. Para ver la conversación hacer click acá.
Entrevista sobre Myanmar
En este artículo sobre la coyuntura de Myanmar publicado en Tiempo Argentino doy algunas opiniones sobre el presente y posibles futuros. Para leerlo completo hacer click acá
VIDEO: presentación del libro sobre la batalla cultural
viernes, 18 de junio de 2021
Libro: La democracia y el pacto corporativo
Podcast sobre Vietnam
En este caso no hay un texto para leer sino un podcast para escuchar desde Spotify. Haciendo click acá pueden escucharme hablando sobre Vietnam en el programa PREFERIRÍA NO HACERLO conducido por el periodista Gustavo Noriega.
viernes, 12 de marzo de 2021
Tienes un email
martes, 9 de marzo de 2021
Entrevistas sobre la situación en Myanmar
En relación con los sucesos ocurridos en Myanmar luego del golpe de Estado, estoy haciendo algunas columnas para France 24 en Español y todas han sido en vivo y por TV. Dejo los links para quien esté interesado.
Tercera intervención 23/2 - Cuarta intervención 1/4
miércoles, 17 de febrero de 2021
Myanmar: los jóvenes contra el golpe de Estado (Diario Clarin)
Además de
sus méritos y sacrificios, el liderazgo de Suu Kyi también se sostiene en ser la
hija de Aung San, venerado padre de la patria y forjador de la independencia
birmana (gentilicio aceptado por la RAE para los habitantes de Myanmar). La
historia familiar arrastra un destino trágico ya que el propio Aung San fue
asesinado por sus adversarios en 1947, cuando contaba con apenas 32 años y su
hija menos de 3.
Desde 2015 Suu Kyi es la persona clave del gobierno birmano aunque los militares conservaban una enorme cuota de poder político y económico. A pesar de eso y del escarnio internacional que recibió por la limpieza étnica llevada a cabo por el Ejército contra una minoría musulmana, los rohingya, Suu Kyi había logrado que los uniformados perdieran algo de poder político y se aprontaba a recortarlo aún más. Un día antes de ser reelecta se produjo el golpe de Estad0 [hacer clic para seguir leyendo].
jueves, 28 de enero de 2021
El relato no se mancha (con la realidad)
El gobierno de Gildo
Insfrán desbloqueó un nuevo nivel en el autoritarismo que lo caracteriza desde
hace años al arrestar a dos dirigentes políticas que lo habían denunciado por
violar los derechos humanos en los centros de aislamiento para afectados por el
COVID-19.
Lejos de ser un hecho extraordinario, el gobierno de Insfrán
es un repetido ejemplo de autoritarismo provincial al que la cuarentena le
aumentó el poder. El efecto más visible fueron los miles de varados en los
límites provinciales y el joven ahogado que trataba, desesperado, de retornar a
su casa. Tal fue el daño ocasionado a los derechos civiles que la Corte Suprema
de Justicia debió intervenir ordenando que se permitiera regresar a los
ciudadanos formoseños a sus hogares.
Pero el gobernador, señalado como modelo de gestión por el propio presidente Fernández y sus ministros más pretendidamente progresistas, no es el único funcionario que en estos tiempos decidió convertirse en una suerte de sultán, ante la vista de todos y todas. Lo llamativo es el silencio y la justificación desde las usinas de los guionistas del relato oficial.
La única verdad ya no es la realidad
En los primeros gobiernos kirchneristas el relato era un elemento político para legitimar sus pretensiones de reformar la realidad. El gobierno actual, en cambio, decidió tomar otro camino: la autonomía total del relato y la creación de un mundo feliz donde no hay reglas ni lógica, sobre todo, donde no hay contestación social ni política posible. Frente al COVID-19 o la vuelta de las clases “la CABA está mal y La Matanza está bien”, dicen como síntesis del abandono de cualquier anclaje en la tierra de los mortales.
Al no tener que cargar con el peso de lo “real” ni sostener y
fundamentar algo parecido a la verdad, el relato se vuelve liviano. Sí hace
falta, se argumenta con infectólogos desde un discurso ultracientificista; y si
no, vamos con cartas astrales y contra los runners.
En los años anteriores al 2015, era difícil que los K fueran a programas de TV a
debatir con opositores o periodistas críticos, ya que la realidad desmentía
cada una de sus afirmaciones sobre lo que estaba ocurriendo. Ahora es más
sencillo: debaten en todos lados y cuentan su “realidad virtual” inmune a lo
empírico y a la opinión de los demás.
Construye tu propia realidad. Allí residen Máximo, Axel, Massa y
Mayra “y su Mac”. En esta versión 4.0 del kirchnerismo se fusionan cínicos y
fanáticos sin ninguna dificultad, y a la oposición se le abre una situación
difícil y novedosa, porque, ciertamente, no puede seguir al kirchnerismo hasta
su mundo de fantasía y aceptar que todos estamos viviendo en él. Entonces, no
hay con quien dialogar ni discutir. Pero al admitir eso, toda acción es tachada
de radicalizada y pro grieta por las almas bellas de Corea del centro.
La realidad duerme sola en un entierro
En una escena de Pulp
Fiction, una de las más famosas películas de Quentin Tarantino, varios protagonistas deben resolver un
curioso problema. Tienen un cadáver con la cabeza destruida por un balazo en el
baúl de un automóvil estacionado en la casa de una familia. El auto está lleno
de rastros del muerto, y los sicarios también tienen visibles huellas de la
sangrienta tarea en sus ropas y sus caras.
El problema en esa escena no es tanto el muerto en el baúl, ni los
sicarios, ni los restos mortales dispersos, sino que la esposa del dueño de
casa está por llegar y no sería de su agrado ver esa escenografía de terror. Eso
llevaría a que se diera cuenta que su esposo (el mismo Tarantino en la ficción)
no es quien ella cree y él pretende hacer creer, sino un personaje oscuro y
mafioso. A los pocos minutos, irrumpe el “solucionador de problemas” cuya
función es borrar la realidad y lograr un renovado efecto de “acá no ha pasado
nada”.
Los argentinos convivimos diariamente con los “solucionadores de
problemas” locales que intentan, con un envidiable voluntarismo, tapar,
explicar y lavar los constantes desaguisados de un gobierno que, como el
personaje de Harvey Keitel en Pulp Ficton,
tomó una curiosa decisión, lo único que importa es el relato de lo que ocurrió
(y quien tiene la culpa).
Para eso cuentan con un ejército de guionistas que día a día nos relatan
historias optimistas, donde nuestros gobernantes son grandes gestores, las
decisiones son correctas, tomadas a tiempo y nuestro país es ejemplo mundial. Existe un novedoso mecanismo
decisional y si las cosas no salen como queremos, es por envidia y angurria de
los poderosos.
Politólogos que son funcionarios, especialistas que son asesores, investigadores
y becarios del CONICET que son opinologos, artistas politizados, twiteros cool, revistas pseudo-académicas de
universidades nacionales y la cada vez más numerosa prensa kirchnerista (desde
el nuevo portal Diario.ar, hasta el tradicional Pravda 12) trabajan a pleno para
convencer a propios y confundir a extraños. Formosa y Venezuela son temas más
complejos, pero Pablo Sirven es un racista.
Lo cierto es que no solo los fanáticos cuentan esta versión edulcorada. Las almas bellas la normalizan: Desde el tradicional diario fundado por Bartolomé Mitre nos cuentan las cosas que posibilita y articula Fabiola. Sus enviados a la Casa Rosada relatan los grandes planes que allí se están preparando para bajar la inflación y aumentar el consumo. Nora Bar, día a día, trata de inventarle coherencia y cientificidad a un ministerio que es un misterio, Alconada Mon sigue buscando sociedades a nombre de Macri y para Pagni, todo lo que pasa, es culpa de Majdalani y Arribas (y de Macri, que seguro lo sabía).
En todos los programas de TN Julio Bárbaro nos repite que esto tampoco es peronismo, mientras Maciel, Geuna, Duffard y los noteros se dedican a interpelar a las personas que no reverencian las órdenes de la familia Khan. Mientras Pietragalla, dice que en Formosa está todo ok, Facundo Manes y Mateo Salvatto, repiten una y otra vez que las cosas mejorarían si nos diéramos cuenta que somos todos argentinos y nos quisiéramos más.
Para quedarnos más tranquilos, Bonelli, Ventura, Longobardi y Kirschbaum nos cuentan en primicia que Alberto está muy enojado y que pronto, empezará a construir un poder propio sin Cristina ni Insfranes mientras Lanata pega duramente a personajes de cuarta línea. De Juan Carr no se sabe mucho después del exitoso show en River Plate, algunas fuentes lo ubican en la misma isla que Yabrán, Elvis Presley y Casildo Herrera, tratando que entonen juntos una misma canción.
Es lo que hay
La coyuntura que vivimos es horrible. Quizás como nunca antes. Desde
el punto de vista que se la quiera analizar: sanitario, social, educativo o
económico. El gobierno está desbordado, repleto de internas y no pudo organizar
bien ni los actos del 17 de octubre. Los guionistas, sea por convicción,
cinismo o pauta, quieren desesperadamente maquillar la situación porque una
sociedad no puede vivir permanentemente con la incertidumbre, la decadencia y el
temor como único futuro.
Pero lo cierto es que mientras gran parte de los “solucionadores
de problemas” pretenden convertir eso en un mundo feliz, la gestión concreta y
la política quedó en manos de Insfrán, Berni, los Zamora, los Rodríguez Saá,
los Saadi y sus parientes, los Menem y sus redes y de los intendentes y sus policías que se creen dueños
de las ciudades y de la vida de las personas que las habitan.
En Twitter oficialistas consuetudinarios como Jorge Asís o un sociólogo
del CONICET que muestra orgulloso su pipa en el avatar, nos explican que
mientras la violación a los derechos humanos sea chiquita, no hay problema en
abrazase con Insfrán o el sultán que sea parte del combo que nos lleva camino
a la redención.
Este año tendremos que decidir si queremos seguir en la Matrix
peronista o enfrentarnos con el mundo real, así de despiadado como se ve sin
anteojeras ni relatos. Conociendo nuestra peculiar historia, no sería sorprendente
que nos aferremos aún con más fuerza a la fantasía. O quizás, la realidad decida
hacer su ingreso como un tsunami y ahí sí, ni el solucionador de problemas de Tarantino
podrá ayudarnos a que todo se vuelva a ver como siempre.
POSCAST: MARTÍN LOUSTEAU Y LAS ALMAS DE JUNTOS POR EL CAMBIO
Las declaraciones del senador Martin Lousteau al Diario La Nación levantaron polvareda en la oposición. Sostiene Lousteau que Juntos por el Cambio debería integrar a los que denominó como reformistas o socialdemócratas moderno, mencionando en ese grupo al PS de Santa Fe, A Margarita Sztolbizer, Facundo Manes y al intendente de Rosario, Pablo Javkin.
Las palabras de Lousteau reflejan un consenso extendido en la coalición
opositora, sobre mantener la unidad interna pero también ampliar algunos márgenes para derrotar al
peronismo en las elecciones de este año y del 2023.
Pero las palabras del senador de la capital fueron más allá. Sostiene Lusto que el ex presidente Macri es más importante por su legado que por su futuro, enviándolo así a la reposera de a historia. Las palabras de Lousteau no fueron improvisadas, menos en medio de los aprontes del año electoral que se avecina.
El debate que se abrió me recuerda a una gran película de mediados de los 90 que se basaba en un libro de Antonio Tabucchi En una de las escenas, dos protagonistas dialogaban, uno de ellos explicaba una teoría según la cual las personas tendríamos numerosas almas. Pensar que somos una sola cosa indivisible, dice el personaje, sería una ilusión, ingenua, y producto de la tradición cristiana de un alma única. En cambio, explicaba que poseemos una confederación de almas que se pone bajo el control de un alma hegemónico que será destronada en el caso de que surgiera otra, más fuerte y más potente.
[Para escuchar el podcast hacer click acá]
lunes, 11 de enero de 2021
La socialdemocracia –argentina– en debate
En las últimas semanas las redes reprodujeron un interesante debate sobre la socialdemocracia en Argentina. Lo inició Hernán Iglesias Illa lamentando el colapso del progresismo argentino en los últimos 15 años y afirmando que la falta de contrapeso socialdemócrata colaboró para que la cara de centro-izquierda inicial de Alberto Fernández se diluyera rápidamente.
La
respuesta vino de parte de Mariano Schuster, quien prefirió eludir el sentido
local que daba Iglesias Illa a su texto, para poner en cuestión y redefinir el
concepto mismo de socialdemocracia, alertando por su transformación en sinónimo
de demasiadas cosas a la vez, tanto que hasta sectores de derecha buscan
influir o ser parte de ella. Iglesias Illa afirma que a la centro-izquierda
argentina le falta masa crítica y autoestima para evitar ser absorbida por el
populismo kirchnerista, pero marcando que también en Juntos por el Cambio se
integran sectores socialdemócratas [Hacer click en el link para continuar leyendo].