El tiempo y la historia tienen sus casualidades y paradojas. A partir de este año, el día que caiga el 24 de marzo, no sólo se conmemorará el aniversario del golpe militar, también comenzará un círculo temporal de 10 días donde se condensan una serie de hechos de nuestra historia reciente que se convierten en una excusa perfecta para la reflexión, el recuerdo y el debate.
Este círculo comienza el mismo 24 de marzo, continua el 31 del mismo mes con el aniversario de la muerte de Raúl Alfonsín y –cerrando el ciclo- el 2 de abril, fecha en que se realizó la ocupación de las Malvinas en 1982.
Seguramente no habrá procesos organizados de debate y reflexión y cada actor tratará de sacar provecho de la ocasión para llevar agua para su molino, sobre todo, desde el Estado.
En los sucesivos 24 de marzo la izquierda chorra hará sus actos con Bonafini más o menos desbocada, paralelamente, la izquierda loca marchará exigiendo su parte del franchising DD.HH. y el resto lo mirará por TV. La mayoría adherirá a alguna de esas campañas de corrección política 2.0 que, en definitiva, tienden a reforzar el discurso del Estado y a aceptar el cerrojo a cualquier interpelación crítica que exceda la visión maniquea de asesinos vs. Jóvenes maravillosos.
El 31 de marzo los radicales harán bandera de Alfonsín, mientras los peronistas dirán que Alfonsín no es solo radical, sino de todos, o sea también de ellos. Finalmente, el 2 de abril, todos seremos argentinos y seguiremos pensando que las Malvinas nos fueron arrebatadas por la conocida conspiración interplanetaria.
Aprovechando esta semana de rememoraciones, El Explicacionista lanzará una serie de post no muy extensos sobre un tema que necesita empezar a ser debatido con profundidad.
Este círculo comienza el mismo 24 de marzo, continua el 31 del mismo mes con el aniversario de la muerte de Raúl Alfonsín y –cerrando el ciclo- el 2 de abril, fecha en que se realizó la ocupación de las Malvinas en 1982.
Seguramente no habrá procesos organizados de debate y reflexión y cada actor tratará de sacar provecho de la ocasión para llevar agua para su molino, sobre todo, desde el Estado.
En los sucesivos 24 de marzo la izquierda chorra hará sus actos con Bonafini más o menos desbocada, paralelamente, la izquierda loca marchará exigiendo su parte del franchising DD.HH. y el resto lo mirará por TV. La mayoría adherirá a alguna de esas campañas de corrección política 2.0 que, en definitiva, tienden a reforzar el discurso del Estado y a aceptar el cerrojo a cualquier interpelación crítica que exceda la visión maniquea de asesinos vs. Jóvenes maravillosos.
El 31 de marzo los radicales harán bandera de Alfonsín, mientras los peronistas dirán que Alfonsín no es solo radical, sino de todos, o sea también de ellos. Finalmente, el 2 de abril, todos seremos argentinos y seguiremos pensando que las Malvinas nos fueron arrebatadas por la conocida conspiración interplanetaria.
Aprovechando esta semana de rememoraciones, El Explicacionista lanzará una serie de post no muy extensos sobre un tema que necesita empezar a ser debatido con profundidad.
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